miércoles, 20 de junio de 2007

HAY DIAS PARA TODOS

Diariamente se conmemora algo. Toda persona está representada.
El tema es impulsar más llamadas y la compra de alguna pavada.

Festejan su día el taxista, los canillitas, veterinarios y el abogado,
también las secretarias, el ferretero y quién nos vende el pescado.

En lo particular, este mes de junio, se presenta doblemente grato,
porque me saludan, en mi condición de padre y por pseudo literato.

El tercer domingo es el Día del Padre, por propósitos comerciales,
buen pretexto, para rodear una mesa, con mis hijos de comensales.

Me recuerda cuando eran chicos y peleaban por sentarse a mi lado
o por ser quién me entregue el regalo, que yo mismo había pagado.

El 13 es el Día del Escritor, recordando a Lugones, en su natalicio
y me involucran en el saludo, a pesar que, lo mío, es sólo un vicio.

Cuando me montan al carro del Escritor, yo bajo el pie del estribo,
porque no me considero aquello, aunque de vez en cuando, escribo.

Me afeito con mayor asiduidad y pongo en ello mucho más esmero,
sin embargo, nunca llaman para felicitarme, en el Día del Barbero.

Pero, si se apunta a la paternidad, aparece el orgullo y me regocijo,
ya que me siento padre y no quién, de tanto en tanto, tuvo un hijo.

No hay comentarios: