miércoles, 12 de septiembre de 2007

ENSEÑANZAS

Estoy perdiendo habilidad, para recurrir a mi memoria emotiva
y cobijarme en tiempos gratos, cuando entro en crisis depresiva.

Hay ocasiones en que lamento, no haber padecido, en el pasado
y discernir, entre quien pasa un mal trance o es un desgraciado.

Quizás, por estos tiempos, no estaría gimiendo por los rincones,
al sentir, como que me he precipitado, de unos pocos escalones.

Yo veía el vaso medio lleno, si para alguien estaba medio vacío.
Hoy podría ahogarme en él, por un dolor, que asumo como mío.

Hay gente, que verdaderamente sabe del sempiterno sufrimiento
y, lo asume, con una entereza, de la que no dispongo y lamento.

Quién, aún soportando el desgarro, por la pérdida de algún hijo,
no he advertido que desesperara o que, en su desgracia, maldijo.

Para la opinión de los extraños, aparecen como seres insensibles,
aunque lo están sufriendo y resistiendo, de todas formas posibles.

Hay muchísimo para ir aprendiendo del temple de estas personas
que, ante la adversidad sacan pecho, enfrentando sus encerronas.

Quizás, aún me encuentre a tiempo, para asimilar sus enseñanzas,
advirtiendo que, periodos duros alternan, con otros de bonanzas.

1 comentario:

d.b dijo...

Recibe un cordial saludo.
Desde
www.lapollaenverso.blogspot.com