martes, 6 de marzo de 2007

SENTIRSE BIEN

La primavera tiene su encanto, como la tiene el otoño,
un tapiz de hojas amarillas o el florecer de un retoño.

El invierno invita a intimidad y el verano a la alegría,
no importan las estaciones, cuando se vive en armonía.

Caminar por la orilla del mar, provisto de leve abrigo,
contemplar el firmamento, con luna llena de testigo.

Usar botas y un paraguas, pero no quedarse si llueve,
tampoco en esos lugares, donde cae abundante nieve.

Ver como anidan los pájaros, uniendo rama con rama
o una romántica llovizna, desde atrás de una ventana.

Escuchar lindas melodías, que nos llegan desde lejos,
que provocan el recuerdo y a poner los discos viejos.

Revolcarse por la gramilla, andar descalso en la arena,
sentir la brisa en la cara, caminar en una noche serena.

Un colibrí libando, un amanecer, coloridas mariposas,
un caballo en libre galope, gotas de rocío en las rosas.

Observar parejas, arrobadas, derrochándose caricias,
y gente que se ríe, extrayendo, de la vida sus delicias.

En resumen, ¿que es vivir? sino la suma de estas cosas,
más otras, que no menciono, pero no menos hermosas.

Cosas que suceden a diario y, muchas veces, ignoramos.
que extraño como, según nuestro humor, funcionamos.

Alcanza con sentirse bien o algún temor que desaparece,
para recordar que la vida es bella y, ser vivida, merece.

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