viernes, 9 de marzo de 2007

UNA DE ANIMALES

Los responsables del hipódromo, notaban con preocupación,
que la concurrencia iba mermando, afectando la recaudación.

Intercambiaron ideas, para proteger sus intereses mezquinos,
llegando a la conclusión que, ya, no entusiasmaban los equinos.

Quisieron probar con otros animales, confeccionando una lista,
teorizando que la novedad, atraería, al empedernido carrerista.

Pensaron comenzar ensayando con algún noble bruto, parecido,
haciendo que compitieran burros, lo que terminó muy aburrido.

Con mulas, era más de lo mismo, las diferencias no se notaban,
porque, en la manera de galopar, a los pura sangre emulaban.

Los hipopótamos fue una opción, de las primeras en descartar,
porque si mencionaban "hipopódromo", parecían tartamudear.

Un domingo,"Gran carrera de patos", avisaron por todos lados,
pero, los patos no se sacaban ventaja y finalizaban empatados.

La semana siguiente, fue el turno de gatos, en una reunión entera,
resultando un verdadero fiasco. Los gatos no salían de la gatera.

Una vez que los convencieron, las consecuencias fueron adversas,
los felinos enseguida se dispersaron, porque no eran gatos persas.

Luego fueron ratitas de laboratorio, las que seguían en la lista.
También fue gran fracaso. Corrían un ratito y se iban de la pista.

Cuando intentaron con los teros, pasaron momentos indeseados,
no se disponían en la línea de partida, ni se daban por enterados.

Parecido fue con las llamas. No atendían la campana de largada,
resultando extraño que las llamas, no respondieran a la llamada.

La carrera de toros tampoco se concretó, luego de intentos fallados,
porque en el momento de partir, los vacunos, se quedaron atorados.

Los monos lograron despertar cierto interés, alguna gente acudía.
Pero fue sólo ilusión, los simios no escapaban a tanta monotonía.

Viendo que la cosa no funcionaba, aunque alternaban animales,
resolvieron hacer un intento postrero, corriendo las autoridades.

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